En este post-reflexión, te hablaré de qué significa para mi, formar parte de una tribu. Cómo puede ayudar a que tu proyecto llegue más lejos, cambiando la forma en que miras tu realidad.
Leyendo un libro de Ken Honda («dinero feliz») me encontré una cita que me impactó y la puedo verificar al 100%. Dice el autor:
Para encontrar tu flujo ideal tienes que encontrar tu tribu. Son las personas que de verdad te identificas, son las que te aprecian como persona y por lo que haces. Te apoyarán, comprarán tus productos y servicios. Respaldarán tu crecimiento y tu éxito. Cuando sabes a qué tribu perteneces tu vida se vuelve más fácil.
Ken Honda
Me impacto porque recordé mis primeros años de freelance. Recuerdo la soledad, el no saber si estaba haciendo las cosas bien, mal. Si tenía futuro lo que hacía, o era una quimera.
Como muchos autónomos, no empezó siendo un proyecto con una estrategia clara que me iba a llevar al éxito. A un modelo de negocio que me permitiera generarme un sueldo e incluso una liquidez como empresa.
Yo era resultado del azar, de reciclajes profesionales y carecía de un guía en el proceso.
Los mentores. Son un curioso papel.
Es un rol que nuestra sociedad occidental ha dejado un poco atrás, pero si volvemos unas décadas, era muy habitual. En Japón por ejemplo, el papel del mentor y el aprendiz sigue siendo muy relevante en la actualidad.
Mi abuelo durante años, siendo «latonero» de coches (de las carrocerías), fue el aprendiz de un herrero que con más experiencia le enseñó el oficio. Pero nuestra sociedad ha perdido ese rol con el paso del tiempo.
Hoy tendemos a un individualismo muy negativo e irreal, que creo, estamos superando en algunos ámbitos.
Por ejemplo, en el sector tecnológico se está viviendo una revolución desde hace décadas (software libre) que podría enseñar a otras áreas de nuestra sociedad, pero sigue habiendo un recelo y un espíritu de competitividad negativo.
Soy positivo, creo que lo vamos superando y estamos dirigiéndonos a una sociedad más humana y abierta. Que piensa más en términos de colaboración, que en términos de competencia.
Como decía en su obra Meditaciones (escrita en el año 170-180):
«Hemos nacido para colaborar (…) obrar pues como adversarios los unos de los otros, es contrario a la naturaleza»
Marco Aurelio
Como entes sociales necesitamos una guía, una colaboración. A veces toma el rol de un mentor, a veces el de simplemente un amigo o amiga que te da su visión.
¿Qué hace realmente un psicólogo? Escucharte, darte herramientas o visiones diferentes. Pero el cambio para que te sientas mejor, siempre parte de ti mismo. Solo tú puedes cambiar, pero a veces necesitamos un empujón.
Cuando estás dentro de una tribu compartes intereses con muchas personas que parten de puntos similares al tuyo.
Te encuentras con personas que con solo hablar, puedes cambiar tu visión y recibir ese empujón que necesitas en el momento más adecuado.
Solo hacen falta dos cosas:
- Apertura de mente
- Dar con la misma generosidad
El mundo no es de escasez. Es un mito que muchas generaciones llevamos escuchando de nuestros abuelos, de nuestros padres. Lo tenemos tan interiorizado que se lo transmitimos a nuestros hijos de la misma manera.
Como dice Ken Honda, muchos piensan que la vida es un juego en el que para que unos ganen, otros tienen que perder.
«La mentalidad de la escasez consiste en creer que en el mundo hay recursos limitados y que, si no conseguimos lo que queremos cuando queremos, otra persona lo hará.»
Ken Honda
El mundo es de abundancia. Y cuando cambias de chip mental, y te das cuenta de esta realidad, eres capaz de abrirte a otras personas y grupos, con generosidad y cariño, y eso, te abrirá la puerta a un mundo muy diferente.
Y ya no estoy hablando solo en términos profesionales.
Si eres padre o madre, eres consciente del valor de una tribu de forma natural.
Cuando tu hijo o hija está jugando con otros niños de su edad, está feliz. No demanda atenciones, está fluyendo de forma natural en su entorno.
Miles de años de evolución en grupos tribales, neuronas espejo y muchos más factores explican esa necesidad de compartir socialmente, de ser aceptado y valorado.
Hace décadas, en los barrios «los niños se criaban entre ellos», como se suele decir de forma cotidiana.
Se ha perdido esa parte social y como padres, si no tenemos otros niños en el grupo familiar, solemos recurrir al cole, parques, actividades extraescolares para que los niños tengan su dosis de sociabilización, y como no, darnos un poco de margen a los padres de esa atención. Sobre todo si se trata de hijos únicos.

WordPress como tribu
A nivel profesional y bajo la óptica de nuevos paradigmas de trabajo: remoto, online, freelances, etc, tenemos los mismos problemas: Soledad, aislamiento, falta de conexión real con personas que necesitan relacionarse.
Yo tuve suerte… un cántabro llegó a Pontevedra y el resto es historia. Funda un grupo de WordPress, me pone la vida a cuadritos, pero termino encontrando mi tribu. Y eso, ha sido el verdadero cambio en mi modelo de negocio y de vida.
Soy más fácil que la tabla del uno, lo reconozco. No me costó mucho. ¯ (ツ)_/¯
De organizar tímidamente, dar algunas charlas, a tener que ser el organizador líder de la WordCamp de Pontevedra este año (2022), teniendo la dura responsabilidad de mantener el listón alto que dejó Juan en las ediciones anteriores. Ya escribí mi reseña del evento hace tiempo en la web oficial: La visión de Wajari.
No quiero repetirme en los elogios, agradecimientos, en el recuerdo. Quiero solo decirte hasta el cansancio: ¡Encuentra tu tribu carallo!
No es fácil, pero será un antes y un después.
Puedes ser un gruñón, poco sociable, tímido, pero todos somos personas. Que en las relaciones sociales, el intercambio, y la comunicación encontramos sentido a lo que hacemos.
Creamos nuestro arte al tener pasión y crear cosas. Lo que sea.
Es un compromiso con nosotros mismos, pero dentro de una tribu, nos reforzamos, nos hacemos más fuertes. Tres ediciones después de la primera WC nos llenamos de orgullo y alegría todas las personas que participamos de esto. Organizadores, voluntarios, patrocinadores, mentores.
Todos formamos parte de «crear algo» intangible. ¿Y por qué no? Porque podemos… así de simple, como planteaba valientemente en su charla Francesc Barbero: ¿Un Late Show para la WordCamp Spain? Cómo se hizo y por qué.
Esto no es un discurso «Mrs. Wonderful» de: ¡Por que el mundo será mejor y más bonito!
No. Ni de coña. Habrán momentos de mucho estrés. Donde sientes que no llegas a nada de tantas cosas. Hubo un día que pude dormir dos horas con suerte, de los nervios que tenía porque todo saliera bien.
Momentos donde te agotas con las personas y provoca mandarlo todo al garete.
Perdí un proyecto que no pudo esperarme. Mi tiempo estaba muy limitado, sobre todo ese mes de septiembre. No me dio pena, también soy sincero. No tenemos por qué estar a todo.
Y después de la resaca, agotamiento, horas que dejas de dedicarle a tu trabajo, familia, te preguntas: ¿Vale la pena?
Por supuesto.
Si no, no seguiría aquí, al pie del cañón, ni me hubiese liado la manta para participar (también) en la WordCamp Europe de Atenas el año que viene (2023).
Ese paso me costó mucho, pero no me arrepiento. Las reuniones son increíbles, parecemos una sala de la UNESCO con profesionales de tantos países e idiomas que vamos juntando ideas para crear la WC más grande a nivel internacional.
Lo que estoy aprendiendo es fascinante. Reconozco que me pierdo a veces de tantas cosas: el idioma, diferencias culturales, organizativas, etc.
Pero si no fuera por mi tribu, seguiría aquí, solo, frente a mi ordenador, en mi despacho. Con mis clientes, pero sin amistades, «colegas» que no tenemos cenas de navidad oficial, pero no las creamos a nosotros mismos.
No sabría en qué área profesional seguir mejorando. Ni cómo hacerlo.
Si tengo un problema, tengo una preciosa tribu de la que me puedo apoyar, preguntar. ¿Debo mejorar mis precios? ¿Qué plugins utilizas? ¿Cómo te formas? ¿Qué libros lees?
Yo utilizo nuestros encuentros para simplemente divertirme, liberar tensiones y pasarlo bien. A veces estoy triste, y solo quedar a hablar, ya me ayuda mucho.
Y lo mejor de todo es que es libre, gratuito y abierto. Lo único que tienes es que acercarte, con generosidad. Dar lo mejor de ti. Ni mas, ni menos.
No, no es un discurso de positivismo ingenuo.
Es una reflexión en voz alta de que los cambios de nuestra sociedad nunca vendrán de la política, ni de partidos, ni de subvenciones. Vendrán de ti. El cambio empieza por ti mismo, por luchar contra los prejuicios y estar dispuesto a cambiar tu modo de pensar y hacer.
Si las cosas no están saliendo como quieres, igual deberías de explorar otros caminos ¿no? Cambiar nuestras creencias suele ser el primer paso.
Así que espero encuentres tu tribu. Igual está, donde menos te lo esperas. Solo debes cambiar en la forma que miras tu realidad. 😉
Muchas gracias a Nilo Vélez por las excelentes fotos de la WC de Pontevedra. La imagen destacada de este post es suya.