La semana pasada tuve la oportunidad de dar unos cursos (a través de la Xunta de Galicia) a profesores de formación profesional e institutos en Santiago de Compostela.
Se trataba de un grupo genial, que tenían gran interés en aprender sobre posicionamiento en buscadores (SEO), análisis y marketing digital.
Os dejo las presentaciones de 2 temáticas abordadas: Introducción al SEO y el marketing de buscadores (parte 1 y 2):
Para mi el feedback que obtengo es clave y toda una inspiración, por ello hago charlas prácticas (suelen ser más efectivas que dar la “chapa teórica”) donde puedo interactuar con las necesidades de los participantes.
Muchos de los integrantes son profesores, por lo tanto, ellos se benefician de mi experiencia, ya que me encuentro en continua relación con el tejido productivo: empresas y profesionales.
Podemos usar y practicar con herramientas y ejemplos de empresas activas, lo que les permite acercarse a esas realidades ya que siendo profesores, no pueden acceder de forma habitual.
Los espacios formativos generan debates muy interesantes
Lo mismo me sucedió hace unos meses, dando otro curso a empresarios de Caldas de Reis, Pontevedra. El curso versaba en el posicionamiento en buscadores (SEO) y su importancia en la actualidad.
Yo llegué con unos temarios determinados, asumiendo sus necesidades. Pero al tratarse de unos cursos de varios días de duración, me fui nutriendo de sus preguntas y el último día, el temario lo creé en su totalidad, basado en sus necesidades e inquietudes. En este caso lo centré en publicidad y marketing en la web, pueden ver la presentación:
Lo genial de dar un curso o una charla, es que te obliga a actualizarte sobre ciertos temas. Te empuja a organizar tus ideas en base a una temática, y esto repercute en una mejora de tu trabajo, y evidentemente, se traduce como un curso de mejor calidad para los participantes.
Crear contenido para un curso es casi una “purga intelectual”, en la que combates tus propios pensamientos y tus ideas, con los libros que lees, con los artículos y blogs que investigas.
Y ojo, creo que lo mismo sucede si mantienes de forma habitual un blog. Por ello me organizo para publicar un post mensual.
Yo fui profesor universitario hace unos cuantos años… y en temáticas totalmente diferentes. Soy un ferviente crítico del sistema académico tradicional y del mundo de la investigación, porque lo viví desde dentro. No obstante, es innegable, que en ambientes formativos se crean unos debates muy enriquecedores, sobre todo, cuando se enfrenta la teoría con la realidad.
Por ello, creo que es necesario un mayor acercamiento de las realidades empresariales y laborales con estos nichos formativos.
Por mi parte, estaré siempre agradecido a estos profesores que al tener interés real, mostraron iniciativas, ideas y me enseñaron muchas cosas, porque la formación es (y debe ser) siempre en dos direcciones. ¡Gracias!
Creación de contenidos
No existen fórmulas secretas en la creación de contenidos web, ni cuando creas contenidos para cursos o charlas. Básicamente debemos seguir un proceso habitual con los siguientes pasos:
- Definición del público objetivo: ¿Quién es? ¿Cuál es el segmento y el perfil? ¿Qué buscan en tu blog o en tu charla?
- Investigación. Teniendo claro el público objetivo, debemos crear un contenido que responda a sus inquietudes y necesidades. Para ello debemos investigar en profundidad en la temática: libros, blogs del sector, artículos.
- Organizar un esquema. Me ayuda mucho planificar por temas. Por ello, hago un listado de las lecciones a abordar, y subdivido cada tema en «hitos» o pequeños aspectos que quiero explicar
- Cumplir 3 normas esenciales:
- (I) Simplicidad (ver mi post: simplicidad en el diseño web) la gente se queda con muy pocos datos por limitaciones humanas en nuestra concentración; debemos transmitir las ideas principales sin muchos adornos ni complicaciones. Eliminar todo lo que no aporte valor.
- (II) No abusar de los textos, menos es más: Si sobrecargamos una diapositiva de texto haremos que las personas pierdan su concentración (¡imagen vale más que mil palabras!)
- (III) Narra una historia ¡No seas aburrido/a! Nuestro cerebro está adaptado a entender una narración y aprender una moraleja. Por ello el storytelling se ha vuelto clave en la transmisión de ideas. Saca tu espíritu creativo y busca maneras alegres y divertidas de transmitir información que por su naturaleza, es aburrida.
Espero os ayude estos simples pasos en la creación de vuestros contenidos.
No olvidemos que el aprendizaje es un proceso de mejora continua, no un resultado final; y siempre que enseñas, si estás atento/a, aprendes (¡y mucho!).
Nos vemos el próximo mes 😉